Tota-Boyacá (colombia) |
La educación
ambiental, entendida como la divulgación del valor del medio ambiente y la
divulgación del saber sobre nuestro entorno, es cada vez más determinante para
la defensa y protección de los ecosistemas y de los recursos naturales sean
renovables o no. Conscientes de ello, varias universidades y escuelas imparten
este tipo de enseñanza en todo el mundo y adelantan proyectos importantes al
respecto. Baste resaltar algunos escogidos: el desarrollado en una reserva
ecoturística de Costa Rica, el de la Universidad Libre del Ambiente de la
provincia argentina de Córdoba, y la experiencia de dos escuelas ubicadas las
regiones de Murcia y Extremadura en España.
En Colombia, el Código Nacional de recursos Naturales Renovables y la
Ley 99 de 1993, también han procurado promover la educación ambiental en
Colombia. Si bien es cierto se ha avanzado hasta lograr que se incorporen
programas de pregrado y posgrado, que hace apenas diez años eran inconcebibles,
poco se ha logrado llegar a los niveles de primaria o secundaria.
La Organización
de las Naciones Unidas sostiene que la
Educación Ambiental tiene como objeto la formación de los individuos para
conocer y reconocer las interacciones entre lo que hay de "natural" y
de "social" en su entorno, y capacitarlos para actuar en ése ámbito.
El organismo internacional además especifica que estos fines se deben cumplir
sin imprimir a sus actividades orientaciones que pongan en grave deterioro el
equilibrio que los procesos naturales han desarrollado, haciendo posible la
existencia de una calidad ambiental idónea para el desarrollo de la vida
humana. Y dentro de ésos parámetros también debe moverse Colombia como quiera
que es miembro de dicha organización.
Flor expuesta en Villa de Leyva-Boyacá |
Costa Rica
siempre se ha caracterizado por sus exuberantes paisajes y por los esfuerzos
que comprometen sus autoridades y ciudadanos en el cuidado de los recursos
naturales. El llamado “Teleférico del
Bosque Lluvioso” es una de las reservas ecoturísticas más importantes
del país Centroamericano, pero no solamente es un centro de turismo, sino que
al mismo tiempo desarrolla tareas de investigación científica y un riguroso
programa de educación ambiental modelo en el resto del continente (incluso en
Colombia se ha propuesto implementar).
La actividad pedagógica que se realiza desde este parque protegido
atiende anualmente a más de 4.000 estudiantes y cerca de 1.000 profesores de
escuelas y colegios costarricenses.
En conclusión,
son muchos los ejemplos que tiene Colombia como referencia. ¿Cuándo comenzamos
en estos niveles? ¿Están contempladas acciones concretas en este sentido en el Plan de Acción de los directores generales de las corporaciones autónomas regionales?¿Existe una política nacional
sectorial en ejecución fijada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible?
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