EL RIO MAGDALENA Y SU IMPORTANCIA MEDIO AMBIENTAL
El río Magdalena es la principal arteria
fluvial del país pues de sus aproximadamente 1556 kilómetros de recorrido,
desde la Estrella Fluvial, en el Macizo Colombiano, entre los límites de los
municipios de San Sebastián (Cauca) y San Agustín (Huila) hasta su
desembocadura natural en Barranquilla (Atlántico), 550 aproximadamente son
navegables. Y eso sin contar con sus conexiones fluviales, donde la del río
Cauca es la más importante.
El río además cuenta con una desembocadura
artificial como es el Canal del Dique. Canal que se construyó pensando en
permitir una salida al puerto de Cartagena, uniendo especialmente ciénagas
entre sí.
Para resaltar la importancia del río, cuyo
verdadero nombre, tomado del original indígena, es Río Grande de la Magdalena,
baste decir que en su cuenca se halla concentrada más del 80% de la población
colombiana y dentro de ella se produce más del 70% del Producto Interno Bruto
acumulado colombiano.
El río ha sido muy importante como medio de
comunicación a tal punto que fue el mayor medio de penetración durante la
Conquista y hasta bien entrado el siglo XIX, hasta la extensión del
ferrocarril, el mejor y más rápido medio de comunicación del interior con los
puertos de exportación colombianos. También fue y sigue siendo para muchas
poblaciones su mejor medio de comunicación. Entre 1980 y 1993 el número de
pasajeros por el río se triplicó pasando de 200.000 a 600.000; sólo en 1992 se
transportaron 820.000 pasajeros. El tráfico de carga en 1976 llegó a su máximo
con 3 millones de toneladas. Hoy el principal producto que se transporta sobre
el río es el petróleo que se embarca en Barrancabermeja y los alimentos ocupan
el segundo lugar. Pero también hoy nuestro río está agonizante; su caudal ha
mermado ostensiblemente, entre otras cosas por la tala inmisericorde de
bosques, y su calidad se ve disminuida por los vertimientos que se hacen a él o
a sus vertientes por todas las poblaciones ribereñas que aún no cuentan con
sistemas adecuados de tratamiento para sus aguas residuales.
La Constitución Política colombiana de 1991
(Art. 331) creó la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la
Magdalena, por sus siglas CORMAGDALENA, como entidad pública encargada de la recuperación de la navegación, los
recursos naturales y la actividad portuaria. Incluye en su jurisdicción 127
municipios y 13 departamentos. Es una entidad importante no solo por los
cuantiosos recursos que percibe gracias a lo dispuesto en las leyes 141 y 161
de 1994 (especialmente el 10% del total de recursos del Fondo Nacional de
Regalías) sino por su trascendental misión institucional para lo cual fue
dotada de precisas facultades ambientales que lamentablemente aún hoy, después
de varios años de empezar a operar, no aplica, como por ejemplo el deber de
ordenamiento de la cuenca en donde puede delegar funciones y coordinar acciones
de las otras corporaciones autónomas regionales (Párrafo del Artículo 33 de la
Ley 99 de 1993). En todo caso sobre este tema
próximamente nos dedicaremos.
Para los habitantes del departamento colombiano del Huila, el río Grande de la
Magdalena tiene un especial significado gracias a la conciencia de que en estas
tierras brota el agua que lo hace nacer e impulsa como generador de riqueza,
energía, fuente de vida y cultura, medio de transporte y recreación para toda
Colombia. No en vano en el documento No. 5, "Cambio de Actitud" de
autoría de nuestro gran amigo, inmejorable funcionario de la Cultura y
excelente contertulio, Reynel Salas Vargas, se dice "Ser huilense
significa ser consciente de habitar una región que se caracteriza por producir
agua y poseer en sus dominios el origen y desarrollo inicial del Río
Magdalena". El Río, coincidiendo con tanta diversidad y singular
geografía, hace parte inescindible de este lugar privilegiado por Dios
"…que quiso poner su trono en esta parte del mundo…"; quiera El que
sus hombres no lo malogren.
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