El derecho
ambiental colombiano
Cabe recordar que gracias a la Ley 99 de 1993 y a los
decretos reglamentarios que se dictaron posteriormente, se reorganizó todo el
sector público encargado de la política y gestión ambiental. Sector que, juntos
con las políticas, normas y recursos y con la participación de los ciudadanos,
conforman el Sistema Nacional Ambiental - Sina,
del que tanto hemos hablado en nuestras columnas. Por el Sina también se
entiende el aglutinamiento de las entidades e institutos dedicados a la
política, regulación y ejecución ambiental en Colombia y de sus acciones en favor
de la conservación y de la recuperación ambientales nacionales.
Todo esto se desarrolló bajo
postulados de descentralización administrativa y participación ciudadanas.
Por todo lo anterior, es que el
Derecho cumple un papel fundamental en aportar a ése logro del modelo de
desarrollo adoptado basado en sostenibilidad, y lo hace desde la rama Ambiental.
Y no porque todo este andamiaje institucional se logra con normas, sino porque
son las normas las que aseguran la convivencia social. ¿Y cómo no en el caso de
lograr la conservación y la recuperación ambiental? Si bien se ha dicho por la Corte Constitucional
misma, que desde la expedición del Código de los Recursos Naturales Renovables
(Decreto 2811 de 1974) surge en Colombia un verdadero Derecho Ambiental, una
rama de la ciencia socio jurídica especializada, hoy pocos dudan que una
compilación normativa especializada sea tan profusa en Colombia y haya tenido
tanto avance como ésta, sino que es tal vez el más transversal conjunto de
normas existente.
Pero para el lector lego, vale una
advertencia. Derecho, no es un conjunto de normas. El Derecho, es una ciencia
social, fundamental, que se ocupa de estudiar el origen, evolución y aplicación
de las reglas de conducta (todas, de cualquier índole) que una sociedad adopta
para convivir. Por ello social. Por ello fundamental.
De tal manera, amigo visitante de elambientalista que el Derecho Ambiental, una rama de ésa ciencia, se especializa en
todo lo que garantiza la armonía y consenso de la sociedad colombiana alrededor
del medio ambiente y los recursos naturales que de él hacen parte.
Y si aceptamos que el mayor reto
actual de la humanidad, ni más ni menos, es garantizar un planeta vivible,
entonces importante que el derecho ambiental y ahora entendido como un pacto
global, exista, se fortalezca y prevalezca.
Todas las instituciones públicas y
privadas deben esforzarse por apoyar el papel que cumple el Derecho Ambiental.
Apreciarlo y velar porque cumpla su cometido es no poca cosa. Está en juego
mucho más que progreso, sobrevivir, lograr la paz; está en juego la posibilidad
de que la humanidad tenga futuro.
Este es un llamado para esta región a
la que la naturaleza le está pasado hace rato su cuenta de cobro y dejando
estela de desolación, tragedia y más y más pobreza. Se está rompiendo la
convivencia, cuidado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario