Agua para Colombia: equilibrio
entre riqueza hídrica y bienestar social
Actualmente,
aspirante al título de doctor.
Este ensayo fue
presentado en la asignatura “POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROBLEMÁTICA AMBIENTAL"
del DOCTORADO EN EDUCACIÓN Y CULTURA AMBIENTAL
Universidad
Surcolombiana de Neiva
(Se publica previa autorización del autor)
En un mundo donde el azul de nuestro
planeta se oscurece por la sombra de la escasez, Colombia se erige como un
bastión de esperanza hídrica. Su marco constitucional y legal proporciona los
cimientos esenciales para la protección y gestión sostenible de sus abundantes
recursos hídricos. Desde las majestuosas cumbres andinas hasta las serenas
llanuras costeras, el agua fluye como un vívido símbolo de vida y prosperidad
para este país suramericano. Sin embargo, esta promesa de abundancia se ve
amenazada por desafíos crecientes, como la tala indiscriminada, la urbanización
descontrolada y una creciente presión demográfica.
El análisis crítico de
la legislación vigente revela la sólida base sobre la cual Colombia ha
construido su enfoque hacia la gestión hídrica. La Constitución Política de
1991 establece claramente los derechos fundamentales de todas las personas a un
ambiente sano y la responsabilidad del Estado en garantizar el acceso a
servicios básicos, incluyendo el agua potable. (Constitución Política de
Colombia, 1991, art 79 y art 366).
En el territorio
colombiano, estas orientaciones constitucionales han sido importantes para
establecer políticas y programas que buscan garantizar el acceso equitativo al
agua potable y la preservación de los recursos hídricos en todo el país. No obstante,
perduran retos en la ejecución efectiva de estas normas, especialmente en
regiones rurales y comunidades vulnerables.
Por otro lado, el Estado
tiene la responsabilidad de gestionar los recursos naturales de manera
sostenible, incluyendo los recursos hídricos para preservarlas para las
generaciones futuras (Constitución Política de Colombia, 1991, art 332). Esta
disposición legal cobra relevancia en situaciones reales como la explotación de
minerales y petróleo. El Estado debe gestionar estos recursos de manera
sostenible, considerando su agotabilidad y los impactos ambientales.
Estas disposiciones constitucionales forman el
marco teórico y normativo dentro del cual se deben desarrollar políticas y
acciones para garantizar un equilibrio entre la riqueza hídrica y las
necesidades de la población.
En el ámbito legal,
Colombia cuenta con leyes clave que respaldan su compromiso con la protección
del agua. La Ley 99 de 1993 establece el Sistema Nacional Ambiental (SINA), un
mecanismo fundamental de gobernanza ambiental que incluye la protección de los
recursos hídricos. Asimismo, la Ley 373 de 1997 enfatiza el uso eficiente y la
gestión integrada del agua en todas las actividades económicas. La Ley 142 de
1994 regula los servicios públicos domiciliarios, incluyendo el suministro de
agua potable y saneamiento básico. Más recientemente, la Ley 2111 del 2021
refleja la evolución del marco legal al fortalecer las medidas para prevenir y
sancionar actividades que afecten los recursos hídricos de manera negativa.
En este contexto,
Colombia se enfrenta a un desafío monumental: equilibrar su riqueza hídrica con
las necesidades de su población en un escenario de creciente escasez global. La
conservación se erige como el pilar central sobre el cual se debe edificar cualquier
estrategia hídrica. Proteger las cuencas hidrográficas, promover la
reforestación de áreas deforestadas y establecer zonas de amortiguamiento
alrededor de ríos y lagos son medidas cruciales. La implementación de prácticas
agrícolas sostenibles también desempeña un papel fundamental en la reducción de
la erosión y la contaminación, garantizando así la disponibilidad de agua
limpia y abundante para todos los colombianos.
Sin embargo, no basta
con conservar. La educación y la cultura ambiental deben ser pilares
fundamentales en la relación del Estado y los ciudadanos con el agua. Desde
programas educativos en todos los niveles hasta campañas de sensibilización
pública, se deben fomentar hábitos responsables y sostenibles en la
conservación y preservación de los ecosistemas hídricos. Además, la promoción
de tecnologías limpias y sistemas de tratamiento de aguas residuales es
esencial para garantizar la disponibilidad de agua segura y de calidad para
todos los sectores de la sociedad y los ecosistemas en general.
En cuanto a las
lecciones aprendidas de los conflictos pasados y presentes por el agua,
Colombia tiene mucho que considerar. La historia muestra claramente cómo la
sobreexplotación y la contaminación pueden llevar a crisis hídricas
devastadoras. La evolución de la legislación colombiana, desde el Decreto 2811
de 1974 hasta el Decreto 1090 de 2018, refleja un compromiso continuo con la
protección del agua y el ambiente.
En resumen, Colombia
se encuentra en una encrucijada donde su riqueza hídrica y las necesidades de
su población deben equilibrarse con sabiduría y visión a largo plazo. La
aplicación efectiva de su marco constitucional y legal, junto con la adopción
de políticas públicas innovadoras y sostenibles, son clave para garantizar un porvenir
donde las futuras generaciones hereden un país rico en agua y en la sabiduría
colectiva para protegerla. Solo a través de un compromiso decidido y colectivo,
Colombia podrá asegurar que el azul de su territorio continúe siendo un símbolo
de vida, esperanza y prosperidad para todos sus habitantes.
REFERENCIAS:
Constitución
Política de Colombia [C.P.]. (1991). Artículo 79 [Título II]. (2.a ed.). Legis.
Constitución
Política de Colombia [C.P.]. (1991). Artículo 332 [Título XII]. (2.a ed.).
Legis.
Constitución
Política de Colombia [C.P.]. (1991). Artículo 366 [Título XII]. (2.a ed.).
Legis.
Ley
99 de 1993. Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena
el Sector Público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente y
los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema Nacional Ambiental,
SINA, y se dictan otras disposiciones.
Ley
142 de 1994. Por la cual se establece el régimen de los servicios públicos
domiciliarios.
Ley
373 de 1997. Por la cual se establece el Programa Nacional para el Uso
Eficiente y Ahorro del Agua.
Ley
2111 del 2021. Por la cual se reforma el Código Penal y el Código de
Procedimiento Penal en materia de delitos contra los recursos naturales y el
medio ambiente.
Decreto
2811 de 1974 [con fuerza de ley]. Por medio del cual se expide el Código de
Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente. 27 de enero de
1974. D.O. No. 34243.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario