sábado, junio 25, 2022

EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN EL CONSUMO DE ALIMENTOS ULTRAPROCESADOS

 

ASTRID SORAIDA GONZÁLEZ BALAGUERA

Actualmente, aspirante al título de doctor.

DOCTORADO EN EDUCACIÓN Y CULTURA AMBIENTAL

Universidad Surcolombiana de Neiva

Este ensayo fue presentado en la asignatura “POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROBLEMÁTICA AMBIENTAL"

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Este ensayo está relacionado con la propuesta de investigación del doctorado en educación y cultura ambiental de la universidad Surcolombiana. Inicialmente el título planteado es “el pensamiento crítico en el consumo de alimentos ultraprocesados” cuyo objetivo principal es proponer una estrategia didáctica ecosistémica desde la educación ambiental que contribuya al desarrollo del pensamiento crítico en estudiantes sobre el consumo de este tipo alimentos. Proyecto que se llevara a cabo con estudiantes del grado quinto cuyas edades pueden estar desde los ocho hasta los once años aproximadamente.

Es sumamente importante abordar las problemáticas ambientales desde el mismo consumo de alimentos e indagar que habilidades del pensamiento crítico pueden ser importantes a la hora de elegir un determinado producto, teniendo en cuenta que no es lo mismo los efectos que causan en el ser humano y en el ambiente los alimentos naturales o mínimamente procesados a los alimentos ultraprocesados; ya que estos últimos tienen mayores impactos desde la misma cadena de producción y procesamiento, consumo y disposición de residuos finales de los mismos.

El consumo de alimentos ultraprocesados en la actualidad viene siendo cada vez más frecuente, lo que genera en alguna medida el desplazamiento del consumo de alimentos naturales o mínimamente procesados. Este tipo de alimentos presentan unas características específicas, generalmente son ricos en grasa, azúcar y sodio; igualmente en la industria alimentaria se le adicionan una serie de sustancias para prolongar su vida útil como: emulsificante, los colorantes, saborizantes, estabilizantes, potenciadores, entre otros.

Los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales fabricadas de sustancias derivadas de alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas. Generalmente, contienen poco o nada de alimentos naturales, un alto contenido de grasas, sal o azúcar y bajo contenido de fibra dietética, proteínas, micronutrientes y compuestos bioactivos. (Khandpur et al., 2020, pp. 2).

El consumo de este tipo de productos en general tiene mayor prevalencia en niños y jóvenes, población que está en pleno crecimiento por lo tanto requiere una serie de nutrientes esenciales y proteínas para su desarrollo físico y cognitivo y así mismo evitar la aparición de enfermedades, sin embargo, este tipo de productos no tienen mayor aporte nutricional. Su alto consumo esta mediado por varios factores, dentro de los cuales está el fenómeno de la globalización, la disponibilidad y las campañas publicitarias.

Los atributos comunes de los productos ultraprocesados son la intensificación del sabor, un envasado agradable y atractivo, una mercadotecnia Grupo 4 Alimentos y bebidas ultraprocesados multimedia y agresiva dirigida a los niños y adolescentes, unas declaraciones de propiedades saludables, una elevada rentabilidad, y una imagen de marca y propiedad de empresas transnacionales. (Organización Panamericana de la Salud, 2019, pp. 49).

 Los estilos de alimentación están relacionados directamente con la salud no solo física sino también mental, al llevar una alimentación sana y balanceada reduce el riesgo de padecer enfermedades no trasmisibles favoreciendo la calidad de vida.

La OMS y el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF) concluyen que las bebidas azucaradas, los snacks con alta densidad energética y las ‘comidas rápidas’ son causantes de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres. (PAHO/OMS, 2013, párr. 2).

 

Los estudiantes con los cuales se trabajara la estrategia están en la etapa de desarrollo de la niñez, es una etapa fundamental para el desarrollo y el crecimiento; está acompañada de cambios físicos, aumenta su talla y peso, se espera que entre los seis y los doce años los niños duplican su peso corporal debido a que su masa corporal se incrementa, su tejido óseo también, entre muchos otros cambios metabólicos importantes.

Esta etapa también viene acompañada de cambios intelectuales, afianzando el pensamiento lógico, se perfecciona cada vez más las habilidades motoras, a entender aún más la intención de las acciones, aumentan su capacidad de aprendizaje y creatividad, se van instalando algunos hábitos que van a perdurar a lo largo del tiempo.

Tanto para su desarrollo físico como su desarrollo mental influyen varios factores bien sea internos como por ejemplo las predisposiciones genéticas, pero también están los factores externos como por ejemplo interacción con el ambiente, entorno familiar y la alimentación.

La alimentación debe ser balanceada, equilibrada, saludable, que aporte todos los nutrientes necesarios, es decir hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales. Sin embargo, en la actualidad el mundo se enfrenta a enfermedades graves bien sea por obesidad o desnutrición y sus asociadas.

Estas enfermedades tienen relación directa con los hábitos alimenticios que tienen las personas.  Es muy preocupante observar que  los estudiantes de la Institución Educativa Técnica La Voz de la Tierra del municipio de Roncesvalles, presenten un consumo excesivo de comida ultraprocesada, especialmente en horas del descanso, rara vez se evidencia que incluyan otro tipo de alimentos como aquellos denominados “naturales” es decir no consumen frutas, jugos mínimamente procesados, cereales, en fin, sino que por el contrario es muy frecuente las papas fritas, las galletas, las gaseosas, y en general toda la comida de paquete.

Este problema se debe a múltiples factores como por ejemplo la falta de educación ambiental, es un tanto paradójico que al interior de los centros educativos se observen estas problemáticas que son tan relevantes,  sin embargo existen tenciones dentro del mismo ejercicio pedagógico, se supone que estas problemáticas deben ser abordadas y tratadas desde lo educativo, no obstante tenemos una delimitación muy marcada por parte de los direccionamientos del ministerio porque nos debemos regir bajo los lineamientos curriculares, las orientaciones pedagógicas, los estándares básicos de competencia, los derechos básicos de aprendizaje y más frecuentemente las mallas de aprendizaje, este tipo de documentos delimitan tanto el que hacer pedagógico, que el docente busca cumplir para que no existan medidas sancionatorias bien sea por los rectores o las mismas secretarias de educación.

Desde lo educativo a nivel curricular existe otro mecanismo que son los proyectos trasversales dentro de los cuales están los PRAES (proyectos ambientales escolares) regidos bajo el decreto 1743 de 1994

por el cual se instituye el Proyecto de Educación Ambiental para todos los niveles de educación formal, y se fijan criterios para promoción de la educación ambiental no formal e informal y se establecen los mecanismos de coordinación entre el Ministerio de Educación Nacional y el Ministerio del Medio Ambiente.

Estos proyectos escolares teóricamente pueden llegar a ser una buena alternativa para abordar los diferentes conflictos socioambientales contextuales, sin embargo la realidad de muchas instituciones del país es que tienen un documento que para algunos casos son muy bien estructurados y son la evidencia ante diferentes entes que lo requieran como por ejemplo la secretaria de educación, las corporaciones regionales en fin, el problema radica en la operatividad del mismo, en algunas ocasiones se trabaja de forma disgregada porque realmente no hay un espacio destinado para su diagnóstico, elaboración y mucho menos la ejecución.

Los docentes se enfocan en abordar lo exigido por el ministerio tal y como se mencionó anteriormente y se supone que al ser un proyecto trasversal cada uno lo debe abordarlo desde las diferentes áreas, y desafortunadamente el PRAE se convierte en una “colcha de retazos”.  Se debería establecer unos tiempos puntuales para el proyecto dentro del plan de estudios, es necesario que exista un hilo conductor que rija su puesta en marcha bajo los mismos principios.

Otro ejemplo de las posibles causas del consumo de este tipo de productos es la ausencia del pensamiento crítico siendo este un concepto polisémico,

una reflexión que surgió y se mantiene en la filosofía, en distintas escuelas y corrientes filosóficas, pero se transformó en objeto de estudio de distintos campos disciplinares, en particular de la psicología, la sociología política, la pedagogía y, más recientemente, la didáctica de las ciencias. (Vélez, 2013, p. 1)

Para efectos de este trabajo será entendido como un pensamiento reflexivo, que busca indagar y cuestionar; que está relacionado directamente con conocer los temas, argumentar, la toma de decisiones y la solución de problemas.

Se esperaría que un estudiante que tenga las habilidades que conciernen a este tipo de pensamiento va a tomar mejores decisiones frente a lo que está consumiendo, sabiendo las implicaciones que tiene no solo el consumo sino también la relación que tiene con el medio ambiente y sus impactos.

Otro factor que puede influir es la falta de disponibilidad de alimentos sanos y frescos cada vez más escasos. Esta problemática se relaciona también con las actividades agropecuarias, los campesinos y pequeños productores de frutales, verduras, leguminosas, etc. están expuestos a muchos factores que permiten o no lograr dicha producción.

 Por un lado, están sujetos a las fluctuaciones del tiempo, ya que los periodos que ellos consideraban de verano o invierno según su sabiduría ancestral están cada vez más irregulares, en parte por el cambio climático. Otro factor es lo que concierne a los insumos, ya que cada vez son más costosos y hoy en día si no se abona, se fumiga o demás labores relacionadas con los químicos muy difícilmente se dará la producción.

También influyen los apoyos que tienen los campesinos; en ocasiones son los créditos agrarios en donde finalmente de lograrse la cosecha las ganancias van a quedar en el banco, debido a los altos intereses que se deben cancelar. Otro aspecto es la comercialización, ya que existen una serie de intermediarios que son los que reciben mayores dividendos frente al campesino que es finalmente produce.  Ya para cerrar este párrafo en lo que se refiere a la producción de alimentos frescos, se debe dar una reforma relacionada con el agro en donde se garantice la asistencia en todos los sentidos a los campesinos para favorecer la producción y garantizar la seguridad alimentaria del país.

Continuando con otra problemática relacionada con el consumo de este tipo de alimentos, están los padres como facilitadores, lo que se evidencia en el lugar donde se pretende desarrollar esta investigación, es que ellos prefieren empacar en la lonchera productos ultraprocesados como por ejemplo un paquete de papas y una gaseosa, y no por el contrario un jugo mínimamente procesado, frutas o algo preparado en casa. Muy seguramente es más práctico, además los niños eligen los alimentos de acuerdo con varios estímulos sensoriales dentro de los cuales están los colores, los sabores, olores, texturas e incluso sonidos; en este orden de ideas va a tener mayor prevalencia este tipo de productos que son diseñados para este público en particular.

Realmente no se  dimensionan los efectos que pueden tener estos productos al ser consumidos de manera constante y por periodos prolongados de tiempo, este tipo de alimentos ultraprocesados requieren una serie de aditivos, colorantes, conservante y demás para lograr unas características durante cierto tiempo, como por ejemplo la tartrazina que se define como:

un colorante amarillo que tiene un parentesco químico con la aspirina. Otras denominaciones de este colorante son FD y amarillo 5 o C. Está presente en refrescos, zumos, productos de pastelería, flanes, gelatinas, postres, galletas, derivados cárnicos (embutidos, salchichas), conservas, vegetales, helados y caramelos. Puede producir tos espasmódica, crisis asmáticas en personas alérgicas a la aspirina, rinitis alérgica, picazón cutánea, insomnio o trastornos del sueño e hiperactividad (Muñoz, 2008, p. 10).

No solamente la tartrazina sino también otra serie de sustancias que son peligrosas para el consumo como por ejemplo los ciclamatos y el aspartame, “tres principales ingredientes alimenticios que están reconocidos en EE.UU, Europa y la
mayoría de los países desarrollados como dañinos para la salud.” (Muñoz, 2008, p. 12)

Otra consecuencia son los residuos sólidos que estos impactan a nivel ecosistémico debido a que la mayoría de estos alimentos generan toneladas de residuos dentro de ellos el plástico que demora muchos años en descomponerse y reintegrarse a los diferentes ciclos de la naturaleza.

De lo mencionado anteriormente surge la preocupación por las dinámicas que se generan en torno a la alimentación y sus impactos, en correlación con el objetivo principal se identificará el conocimiento que tienen los estudiantes sobre los alimentos ultraprocesados, su procesamiento, consumo e impactos en el medio ambiente así mismo reconocer las habilidades del pensamiento crítico sobre el medio ambiente para definir los lineamientos conceptuales y metodológicos de la estrategia didáctica ecosistémica y finalmente analizar la relación entre la estrategia y el desarrollo del pensamiento crítico de los alumnos del grado quinto de la I.E.T. La Voz de la Tierra, sobre el consumo de este tipo de alimentos

El marco normativo o legal considerado para esta investigación, especialmente en cuanto a la categoría de alimentos ultraprocesado:

Decreto 2771 de 2008: por el cual se crea la Comisión Nacional Intersectorial para la coordinación y orientación superior del fomento, desarrollo y medición de impacto de la actividad física.

Ley 1355 de 2009: Por medio de la cual se define la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles asociadas a esta como una prioridad de salud pública y se adoptan medidas para su control, atención y prevención.

Resolución 2092 de 2015: Por la cual se establecen directrices para el funcionamiento de la Tienda Escolar de los Colegios Oficiales del Distrito Capital.

Ley 2021 de 30 julio de 2021: por medio de la cual se adoptan medidas para fomentar entornos alimentarios saludables y prevenir enfermedades no transmisibles y se adoptan otras disposiciones.

 

 

 

 

 

 

 

Referencias

Muñoz Vivas, F. J. (2008). El riesgo en los niños del consumo de alimentos transformados. Los agentes químicos en los alimentos. Isla de Arriarán, XXXII. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4371469.

 

Vélez Gutiérrez, C. F. (2013). Una reflexión interdisciplinar sobre el pensamiento crítico. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, 2(9), 11-39.

 

Khandpur N, Cediel G, Obando A, Jaime PC, Parra DC. (2020). Factores sociodemográficos asociados al consumo de alimentos ultraprocesados en Colombia. Rev Saude Publica, 54(19).

 

Organización Panamericana de la Salud. (2019). Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: ventas, fuentes, perfiles de nutrientes e implicaciones. https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/7698/9789275318645_esp.pdf

Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. (2013) Consumo de alimentos y bebidas ultra-procesadas en América Latina: Tendencias, impacto en obesidad e implicaciones de política pública. https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2014/alimentos-bebidas-ultra-procesados-ops-e-obesidad-america-latina-2014.pdf.

Normas

Decreto 1743 de 1994.

Decreto 2771 de 2008.

Ley 1355 de 2009.

Resolución 2092 de 2015.

Ley 2021 de 30 julio de 2021.

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