Es
urgente delimitar los páramos
Alvaro Hernando Cardona González
A finales del pasado mes de octubre, la Procuraduría General de la Nación, por medio de la Procuraduría Delegada Ambiental, exhortó al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible adoptar las acciones que permitan dar celeridad en la delimitación de los ecosistemas de páramos para evitar mayores impactos ambientales. El Ministerio Público, se vio en la necesidad de hacer la recomendación al Gobierno, en la lógica virtud de que cada día que pasa, sin que se delimiten los páramos el riesgo de invasión, ocupación, y daño de estos importantísimos ecosistemas estratégicos.
La Procuraduría
le pidió al Ministerio de Ambiente que cumpla órdenes judiciales, contenidas en
acciones populares y tutelas, en las que, en nuestra opinión, lamentablemente
se ordenó rehacer las delimitaciones de estos ecosistemas que ya había
realizado el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von
Humboldt. Una delimitación técnica ahora debe ser debatida, con comunidades que
en su mayoría, no tienen cómo aportar, en ése ámbito a la identificación y
alinderamiento de un espacio biótico y abiótico con especialísimas
características.
Con
toda razón se advirtió que postergar este deber, puede estar poniendo en
riesgo, entre otras cosas, el agua potable de 104 municipios y 16 capitales de
departamentos de Colombia. Aspecto que resalta esta necesidad como prioridad.
La
Procuraduría argumentó ampliamente entonces, la urgencia en la delimitación de
los páramos, ecosistemas, y demás entornos que abastecen de agua potable a gran
parte del territorio nacional, afectando a gran parte de la fauna y flora de la
Nación y, como si poco fuera, seguramente vulnerando derechos humanos y
fundamentales de millones de colombianos. Estos argumentos, están encabezados
por el de que corresponde al Ministerio atender lo dispuesto en la sentencia de
la Corte Constitucional T-361 del año 2017.
La
importancia de la delimitación radica en que es el punto de partida para
identificar las amenazas antrópicas, definir los planes de manejo de los
páramos, precisar las acciones de conversión de actividades económicas dentro
de estas áreas o la adquisición de predios de dominio público (incluso la
reubicación de ocupantes de predios baldíos-reforma agraria) y, excluir definitivamente actividades como
la minería, prohibida allí, todo tan necesario para la conservación del agua
para consumo humano y aprovechamiento agropecuario.
En
el año 2018, publicamos un artículo titulado “Baldíos desde la perspectiva de
patrimonio nacional y la eficaz protección ambiental” en el que planteamos
estas problemáticas. Sostuvimos que los páramos, junto a otros ecosistemas, son
el patrimonio natural más valioso de Colombia; debemos los colombianos actuar
en consecuencia.
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