miércoles, abril 17, 2024


Educación ambiental y la preservación de las hormigas arrieras en la vereda Juancho del municipio de Íquira (Huila)

 

José Vicente Quimbaya Torres

Actualmente, aspirante al título de doctor.

Este ensayo fue presentado en la asignatura “POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROBLEMÁTICA AMBIENTAL" del DOCTORADO EN EDUCACIÓN Y CULTURA AMBIENTAL

Universidad Surcolombiana de Neiva

(Se publica previa autorización del autor)

  

En un mundo donde la biodiversidad enfrenta numerosas amenazas, es esencial adoptar enfoques innovadores y sostenibles para la conservación del medio ambiente. En Colombia, la protección de la biodiversidad está respaldada por una sólida base legal y normativa, que incluye la Constitución Política, leyes, decretos y jurisprudencia. Además, eventos internacionales como la Conferencia de Estocolmo y la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro han establecido principios fundamentales para la protección ambiental a nivel global. En este contexto, la educación ambiental emerge como una herramienta indispensable para promover la conciencia y la acción en favor del medio ambiente, y puede desempeñar un papel crucial en la investigación doctoral sobre las hormigas arrieras en la Vereda Juancho, Íquira (Huila).

 

En Colombia, la protección del medio ambiente está respaldada por una amplia gama de leyes y normativas que establecen los deberes del Estado y los derechos de los ciudadanos en relación con la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental. La Constitución Política de Colombia reconoce el derecho de todas las personas a gozar de un ambiente sano y establece el deber del Estado de proteger la diversidad e integridad del ambiente (Artículo 79). Este marco constitucional proporciona el fundamento legal para la investigación y conservación de especies como las hormigas arrieras, cuyo papel ecológico es crucial en los ecosistemas tropicales y subtropicales. Además, la Ley 99 de 1993 establece el Sistema Nacional Ambiental (SINA) y define los principios para la gestión del medio ambiente en el país. Esta ley establece los lineamientos para la planificación y gestión ambiental, así como para la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales. Asimismo, la Ley 165 de 1994 establece el régimen de protección y manejo de las áreas de especial importancia ecológica, contribuyendo a la conservación de los hábitats de especies como las hormigas arrieras. La jurisprudencia de la Corte Constitucional de Colombia también ha jugado un papel importante en el desarrollo del marco legal ambiental del país. A través de diversas sentencias, la Corte ha interpretado y aplicado los principios constitucionales relacionados con el medio ambiente, destacando la importancia de proteger la biodiversidad y promover el desarrollo sostenible. Por ejemplo, la Corte Constitucional (Sentencia T-622 de 2016) establece la obligación del Estado de proteger las especies en peligro de extinción y sus hábitats, garantizando su conservación y restauración. Esta sentencia reconoce la importancia de conservar la diversidad biológica como base para el desarrollo sostenible y la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.

 

En Colombia, al igual que otros países, ha participado activamente en eventos internacionales y ha ratificado diversos tratados y acuerdos que establecen compromisos en materia ambiental. Estos eventos y compromisos globales han sentado las bases para la protección ambiental a nivel internacional y han influido en la legislación y políticas ambientales a nivel nacional. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo en 1972, fue el primer evento internacional de gran envergadura dedicado exclusivamente a cuestiones ambientales. La Declaración de Estocolmo estableció los principios básicos para la conservación del medio ambiente y el uso sostenible de los recursos naturales, sentando las bases para futuros acuerdos internacionales en esta área. La Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, fue otro hito importante en la historia de la protección ambiental a nivel global. En esta conferencia, se adoptaron la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, así como la Agenda 21, que establecieron objetivos y acciones concretas para promover el desarrollo sostenible a nivel mundial. Además, en la Cumbre de la Tierra se negociaron y adoptaron varios convenios internacionales sobre temas ambientales, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Estos acuerdos internacionales establecen compromisos específicos para la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático, entre otros temas. Colombia ha ratificado varios de estos convenios internacionales y ha adoptado medidas para cumplir con los compromisos adquiridos. Por ejemplo, el Convenio sobre la Diversidad Biológica se ratificó mediante la Ley 165 de 1994, que establece el marco jurídico para la conservación de la biodiversidad en el país.

 

La educación ambiental desempeña un papel fundamental en la conservación de las hormigas arrieras y otros aspectos de la biodiversidad. Al involucrar a la comunidad local en la comprensión y apreciación de estas especies, se puede fomentar una mayor conciencia sobre su importancia ecológica y promover prácticas de convivencia armoniosa. Además, la educación ambiental puede empoderar a la comunidad local para que participe activamente en la conservación de la biodiversidad y en la adopción de medidas de adaptación al cambio climático. Un aspecto clave de la educación ambiental es la sensibilización sobre la importancia de las hormigas arrieras en el ecosistema. Estos insectos desempeñan un papel crucial en la fertilización del suelo y en la dispersión de semillas, lo que contribuye al mantenimiento de la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. Al informar a la comunidad sobre estos beneficios ecológicos, se puede cambiar la percepción de las hormigas arrieras como plagas y fomentar prácticas de convivencia que promuevan su conservación. Estrategias como el manejo integrado de plagas y el uso de métodos de control no químicos pueden ayudar a reducir la dependencia de los insecticidas y a mitigar los impactos negativos en el medio ambiente y la salud humana.

 

La investigación y conservación de las hormigas arrieras en la Vereda Juancho, Íquira (Huila), se beneficia significativamente de la integración de la educación ambiental en el proceso. A través de estrategias de sensibilización y participación comunitaria, se puede promover una mayor conciencia sobre la importancia de estas especies y fomentar prácticas de convivencia armoniosa entre las comunidades locales y el ecosistema. La educación ambiental permite abordar percepciones erróneas sobre las hormigas arrieras y promover prácticas agrícolas sostenibles que minimicen el conflicto entre estos insectos y los cultivos. Al informar a la comunidad sobre los beneficios ecológicos de las hormigas arrieras y las consecuencias negativas de los métodos de control convencionales, se puede cambiar la percepción de estas especies como plagas y promover su conservación. Además, la educación ambiental empodera a la comunidad local para que participe activamente en la conservación de especies como las hormigas arrieras y su hábitat.

 

Referencias:

 

- Constitución Política de Colombia (1991).

- Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992).

- Declaración de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano (1972).

- Sentencia T-622 de 2016. Corte Constitucional de Colombia.

- Ley 99 de 1993. Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el Sector Público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema Nacional Ambiental, SINA, y se dictan otras disposiciones.

 

- Ley 165 de 1994. Por la cual se aprueba el "Convenio sobre la Diversidad Biológica", hecho en Río de Janeiro el 5 de junio de 1992.

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