Educación ambiental y la preservación de las hormigas arrieras en la vereda Juancho del municipio de Íquira (Huila)
José Vicente
Quimbaya Torres
Actualmente,
aspirante al título de doctor.
Este ensayo fue
presentado en la asignatura “POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROBLEMÁTICA AMBIENTAL"
del DOCTORADO EN EDUCACIÓN Y CULTURA AMBIENTAL
Universidad
Surcolombiana de Neiva
(Se publica previa autorización del autor)
En
un mundo donde la biodiversidad enfrenta numerosas amenazas, es esencial
adoptar enfoques innovadores y sostenibles para la conservación del medio
ambiente. En Colombia, la protección de la biodiversidad está respaldada por
una sólida base legal y normativa, que incluye la Constitución Política, leyes,
decretos y jurisprudencia. Además, eventos internacionales como la Conferencia
de Estocolmo y la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro han establecido
principios fundamentales para la protección ambiental a nivel global. En este
contexto, la educación ambiental emerge como una herramienta indispensable para
promover la conciencia y la acción en favor del medio ambiente, y puede
desempeñar un papel crucial en la investigación doctoral sobre las hormigas
arrieras en la Vereda Juancho, Íquira (Huila).
En Colombia, la protección del medio
ambiente está respaldada por una amplia gama de leyes y normativas que
establecen los deberes del Estado y los derechos de los ciudadanos en relación
con la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental. La
Constitución Política de Colombia reconoce el derecho de todas las personas
a gozar de un ambiente sano y establece el deber del Estado de proteger
la diversidad e integridad del ambiente (Artículo 79). Este marco
constitucional proporciona el fundamento legal para la investigación y
conservación de especies como las hormigas arrieras, cuyo papel ecológico es
crucial en los ecosistemas tropicales y subtropicales. Además, la Ley 99 de
1993 establece el Sistema Nacional Ambiental (SINA) y define los principios
para la gestión del medio ambiente en el país. Esta ley establece los
lineamientos para la planificación y gestión ambiental, así como para la
conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales.
Asimismo, la Ley 165 de 1994 establece el régimen de protección y manejo de las
áreas de especial importancia ecológica, contribuyendo a la conservación de los
hábitats de especies como las hormigas arrieras. La jurisprudencia de la Corte
Constitucional de Colombia también ha jugado un papel importante en el
desarrollo del marco legal ambiental del país. A través de diversas sentencias,
la Corte ha interpretado y aplicado los principios constitucionales relacionados
con el medio ambiente, destacando la importancia de proteger la biodiversidad y
promover el desarrollo sostenible. Por ejemplo, la Corte Constitucional (Sentencia
T-622 de 2016) establece la obligación del Estado de proteger las especies en
peligro de extinción y sus hábitats, garantizando su conservación y
restauración. Esta sentencia reconoce la importancia de conservar la diversidad
biológica como base para el desarrollo sostenible y la calidad de vida de las
generaciones presentes y futuras.
En
Colombia, al igual que otros países, ha participado activamente en eventos
internacionales y ha ratificado diversos tratados y acuerdos que establecen
compromisos en materia ambiental. Estos eventos y compromisos globales han
sentado las bases para la protección ambiental a nivel internacional y han
influido en la legislación y políticas ambientales a nivel nacional. La
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, celebrada en
Estocolmo en 1972, fue el primer evento internacional de gran envergadura
dedicado exclusivamente a cuestiones ambientales. La Declaración de Estocolmo
estableció los principios básicos para la conservación del medio ambiente y el
uso sostenible de los recursos naturales, sentando las bases para futuros acuerdos
internacionales en esta área. La Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de
Janeiro en 1992, fue otro hito importante en la historia de la protección
ambiental a nivel global. En esta conferencia, se adoptaron la Declaración de
Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, así como la Agenda 21, que
establecieron objetivos y acciones concretas para promover el desarrollo
sostenible a nivel mundial. Además, en la Cumbre de la Tierra se negociaron y
adoptaron varios convenios internacionales sobre temas ambientales, como el
Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Convenio Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático. Estos acuerdos internacionales establecen
compromisos específicos para la conservación de la biodiversidad y la
mitigación del cambio climático, entre otros temas. Colombia ha ratificado
varios de estos convenios internacionales y ha adoptado medidas para cumplir
con los compromisos adquiridos. Por ejemplo, el Convenio sobre la Diversidad
Biológica se ratificó mediante la Ley 165 de 1994, que establece el marco
jurídico para la conservación de la biodiversidad en el país.
La
educación ambiental desempeña un papel fundamental en la conservación de las
hormigas arrieras y otros aspectos de la biodiversidad. Al involucrar a la
comunidad local en la comprensión y apreciación de estas especies, se puede
fomentar una mayor conciencia sobre su importancia ecológica y promover
prácticas de convivencia armoniosa. Además, la educación ambiental puede
empoderar a la comunidad local para que participe activamente en la
conservación de la biodiversidad y en la adopción de medidas de adaptación al
cambio climático. Un aspecto clave de la educación ambiental es la
sensibilización sobre la importancia de las hormigas arrieras en el ecosistema.
Estos insectos desempeñan un papel crucial en la fertilización del suelo y en
la dispersión de semillas, lo que contribuye al mantenimiento de la
biodiversidad y la salud de los ecosistemas. Al informar a la comunidad sobre
estos beneficios ecológicos, se puede cambiar la percepción de las hormigas
arrieras como plagas y fomentar prácticas de convivencia que promuevan su
conservación. Estrategias como el manejo integrado de plagas y el uso de
métodos de control no químicos pueden ayudar a reducir la dependencia de los
insecticidas y a mitigar los impactos negativos en el medio ambiente y la salud
humana.
La
investigación y conservación de las hormigas arrieras en la Vereda Juancho,
Íquira (Huila), se beneficia significativamente de la integración de la
educación ambiental en el proceso. A través de estrategias de sensibilización y
participación comunitaria, se puede promover una mayor conciencia sobre la
importancia de estas especies y fomentar prácticas de convivencia armoniosa
entre las comunidades locales y el ecosistema. La educación ambiental permite
abordar percepciones erróneas sobre las hormigas arrieras y promover prácticas
agrícolas sostenibles que minimicen el conflicto entre estos insectos y los
cultivos. Al informar a la comunidad sobre los beneficios ecológicos de las
hormigas arrieras y las consecuencias negativas de los métodos de control
convencionales, se puede cambiar la percepción de estas especies como plagas y
promover su conservación. Además, la educación ambiental empodera a la
comunidad local para que participe activamente en la conservación de especies
como las hormigas arrieras y su hábitat.
Referencias:
-
Constitución Política de Colombia (1991).
-
Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992).
-
Declaración de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano (1972).
-
Sentencia T-622 de 2016. Corte Constitucional de Colombia.
-
Ley 99 de 1993. Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se
reordena el Sector Público encargado de la gestión y conservación del medio
ambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema Nacional
Ambiental, SINA, y se dictan otras disposiciones.
-
Ley 165 de 1994. Por la cual se aprueba el "Convenio sobre la Diversidad
Biológica", hecho en Río de Janeiro el 5 de junio de 1992.
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